domingo, 21 de febrero de 2010

Episodio CIX

Bueno, ya iba tocando seguir con esto ^^ Un capítulo corto para abrir boca, aunque la verdad, después del estrepitoso fracaso que ha tenido la versión impresa del volumen 3, con la que los lectores se han desentendido completamente depsués de que me costó tanto no solo hacerla, sino también editarla. Ha habido lectores que no me han contestado al hablarles, otros me han dado largas y los que han tenido el volumen no han sido capaces de leerlo, por lo menos por el momento. La verdad, no les culpo, dada la considerable diferencia temporal que ha alcanzado esto. Debería haber acabado hace tiempo, pues los recuerdos de esas personas ya son de hace 5 años!! Sin embargo, aunque excusados, no han impedido que se me quitaran las ganas de escribir. Pero yo lo que empiezo lo acabo, así que por lo menos hay caballeros hasta que se aclaren todos los enredos de los personajes ;) Como veis he cambiado la plantilla del blog (que buena idea hacer el blog de descargas, he aprendido mazo xD) lo suyo habría sido poner arriba una imagen de Arturo o de cualquier personaje, pero como las negociaciones con la dibujante van MUY despacio, habrá que dejar a Lightning por el momento.


  • Título: N/A
  • Tamaño: 6
  • Dedicado a: N/A
Episodio CIX
E
l barco de los caballeros navegaba por un mar en calma con Arturo al timón, acompañado de Peter, Gabriel, Reik y Jonyo. El caballero parecía estar siguiendo un rumbo fijo, pues tenía un mapa cerca del timón y llevaba una brújula en una de sus manos que comprobaba constantemente.
“¿Estás seguro de lo que estás haciendo?” preguntó Peter.
“Ya te he dicho que sí varias veces” contestó Arturo mientras miraba a todos lados buscando algo en el horizonte.
“¿Y si te ha engañado Mireia?” le preguntó Reik.
“No me ha engañado…”
“Eso es lo que se dice siempre, luego cuando descubres la verdad, vienen las sorpresas…”
“Yo también veo esto completamente innecesario – opinó Gabriel – ¿No has recuperado ya tus poderes? ¿Entonces para qué necesitas ir?”
“No los he recuperado por mis propios medios, y la recuperación sólo ha sido temporal”.
“Temporal o no, ya sabes lo que tienes que hacer cuando quieras utilizarlos, ¿no te basta con eso?”
“Aunque me bastase, no impediríais que fuésemos a verle. Además, tú lo que pasa es que no quieres ver a Fidel, por eso no quieres que vayamos”.
“¿Por qué debería querer ver a alguien que nos ha abandonado para cumplir su venganza? De todas formas, ese no es el único motivo”.
“A Shawn casi no le conoces, ya que tú trabajaste directamente para Peter, ¿recuerdas? Que ahora que ya sabemos tu historia no nos puedes engañar, sólo es por Fidel”.
“Sí, y no sé por qué te ha costado tanto contárnosla – dijo Reik – Está claro que la mía es la más dramática de todas”.
“La mía le da mil vueltas a la tuya” dijo Jonyo.
“No discutáis – dijo el caballero de la rosa – Sabéis de sobra que mi pasado es el más triste”.
“¡Buah! – coincidieron Jonyo y Reik – Si la tuya es la más típica…”
“Creo que tienen razón” confirmó Arturo.
“No conseguiréis hundirme. Mejor un pasado típico que uno tan soso como el vuestro”.
“¿Cómo el nuestro? ¿Te refieres a Fidel y a mí? Me hubiera gustado ver cómo te hubieras desenvuelto tú viviendo solo desde pequeño”.
“Hablando de Fidel, que alguien por aquí creía que se escaqueaba – dijo Jonyo por lo bajo – Todavía no entiendo qué haces aquí Reik, ¿no te habías marchado? Pues ya está. Las cosas no tienen vuelta atrás, habértelo pensado antes”.
“Ya os lo he dicho. Mi objetivo os persigue, así que la mejor forma de darle caza es quedándome cerca de vosotros. Además, tú no eres el más indicado para hacer tal acusación después de cómo te has portado últimamente”.
“Sólo ha sido una mala racha, la tiene cualquiera”.
“Pues lo mío también”.
“Dejad de macharos unos a otros y de presumir sobre quien está peor – dijo Peter – Deberíais alegraros de que el barco esté arreglado. Si no fuera por eso, no podríais ir a ninguna parte”.
“No exageres que tampoco ha sido tan difícil” dijo Gabriel.
“Tuvimos mucha suerte y eso es algo que no valoráis”.
“Más suerte tuvieron los de la ciudad que no se quedaron sin ella…” le respondió el caballero de la rosa.
“Aunque estuvieron cerca, ¿verdad Arturo?” añadió Reik.
El caballero del fuego no contestó. Se limitó a seguir buscando algo en el horizonte. Se hizo un silencio durante unos minutos hasta que el propio caballero lo rompió al ver un punto en la lejanía.
“¡Ahí está! – Exclamó – ¡Justo como venía en el mapa!”
“Vaya… Así que al final lo ha encontrando… – dijo Reik – Yo que tenía la esperanza de que desistiera…”
Según se acercaban al punto, éste iba haciéndose más grande y tomando forma, convirtiéndose en una pequeña isla tropical con un también moderadamente pequeño volcán en el centro, cuya cima estaba rodeada de una nube de ceniza.
“Al fin hemos llegado. La isla imposible de encontrar excepto para los que ya saben dónde está – dijo Arturo – El lugar donde se desterró a sí mismo Shawn Stevenson y donde está Fidel ahora”.
“¿Cómo va a ser imposible de encontrar con esa pedazo de nube de ceniza ahí llamando la atención?” dijo Reik.
“No. Está bien pensado – dijo Gabriel – Cualquiera que pase por aquí pensaría que es una isla deshabitada. La frase no sirve para decirte que no encontrarás una isla perdida en el mar, sino para avisarte de que será imposible que de entre todas las islas perdidas del mar averigües cual es la suya. Una aguja en un pajar, a eso se refería.”.
“¿Y viven tranquilos en una isla con un volcán activo?” se preguntó Jonyo.
“Eso seguramente alejará aún más a los curiosos. Nadie pensaría que un lugar así pueda estar habitado, aunque sea por sólo dos o tres personas”.
“A mí también me convence esa explicación, Gabriel. Vamos a atracar” dijo Arturo.
Colocaron el barco en una playa de arenas blancas y aguas cristalinas, con varias palmeras adornando el paisaje, un cielo azul sin apenas nubes y una suave brisa acariciándoles.
“Vale, ya estamos aquí – dijo Peter – Ahora, ¿cómo vamos a encontrar a Shawn? La isla no es precisamente pequeña para explorarla”.
“Conmigo no contéis para eso – avisó Reik – Yo no tengo nada que decirle ni que pedirle a ese tipo. Estoy aquí única y exclusivamente porque vosotros os habéis empeñado, o mejor dicho, porque Arturo se ha empeñado. Me quedaré vigilando el barco hasta que volváis”.
“Mejor, así ya no tengo que quedarme yo” pensó Peter.
“Muy bien, ¡vámonos!” exclamó Jonyo y se introdujeron en el interior de la isla dejando a Reik sólo sin ningún tipo de remordimiento.
Caminaron un rato por el bosque tropical que cubría la mayor parte de la isla sin encontrar una sola pista sobre Fidel. Continuaron un poco más y llegaron a una altiplanicie con colinas rocosas que estaba totalmente rodeada por el bosque tropical, como si su presencia no fuera natural.
“Este lugar…” pensó Arturo.
De pronto el suelo que pisaban se convirtió en arenas movedizas, que empezaron a atrapar sus pies. Trataron de escapar volando pero la densidad de la arena era muy fuerte. Gabriel cogió una rosa por la copa y su tallo se estiró hasta pincharse en un árbol, impidiendo que siguiese tragando al caballero.
“¡Rápido! ¡Agarraos a mí!”
Extendieron el brazo y se agarraron a su compañero como buenamente pudieron. Después, Gabriel hizo que el tallo de su rosa volviera a la normalidad, tirando de todos hacia fuera.
“Ufff… Eso estuvo cerca…” dijo Gabriel.
Antes de que pudieran reaccionar, un montón de piedras enormes les llegaban desde todas direcciones.
“¡¿Y ahora esto?!” exclamó Jonyo.
Arturo se lanzó hacia las piedras y empezó a romperlas en pedacitos a patadas. Jonyo prefirió no moverse y les lanzó pequeñas bolas de energía desde su posición y Gabriel las detuvo lanzando rosas. Cuando se terminaron, un montón de pinchos de roca afilada emergieron de los alrededores del suelo directos hacia ellos.
“Ya me estoy cansando”.
Arturo lanzó un feroz grito agudo cuya onda expansiva desintegró los pinchos según se acercaban, volviendo innecesaria la intervención de sus compañeros en esa ocasión.
“¡Deja ya de jugar! – Volvió a gritar – ¡Fidel! ¡Sé que eres tú!”
Una de las montañas rocosas se derrumbó cuando Arturo pronunció esa frase, y entre los escombros apareció el caballero de la tierra, sonriendo.
“No esperaba menos de vosotros. Al fin y al cabo sois mis viejos compañeros”.
“Cabrón, eras tú – dijo Jonyo – Podrías haber matado a Peter”.
“¡Eh, que no soy tan débil!” se defendió.
“Cuanto tiempo sin vernos, Fidel” le dijo el caballero del fuego.
“Lo mismo digo, compañero. Estamos buscando a Shawn Stevenson, ¿puedes llevarnos hasta él?”
“Está aquí. Ya sabíamos que vendríais”.
Sentado encima de una de las colinas rocosas, con el pecho al descubierto, Shawn Stevenson observaba todo lo que ocurría con sus ojos negros, mientras su largo cabello ondeaba con el viento.
“Ahí está – pensó Jonyo – La persona que hemos venido a buscar”.
“¿Y Mireia? No la veo por ninguna parte”.
“Tú siempre pensando en lo mismo, ¿eh, Gabriel? – Le dijo Fidel – Pensaba que veníais a verme a mí”.
“No sé donde está – le contestó Shawn – Sólo dijo que sabía que veníais, y que no quería veros. Luego desapareció”.
“Normal, después de lo que le ha pasado, lo raro sería que le quedasen fuerzas para mirarnos a la cara – dijo Jonyo – Su orgullo debe de estar por los suelos…”
“¡Que se joda! – Exclamó Reik – Así aprende…”
Los caballeros se giraron de repente. El caballero del hielo estaba sentado bajo la sombra de un árbol, mientras fumaba un cigarrillo.
“¿Por qué me miráis así? Me aburría en el barco…”
“¿Y te da igual si nos lo roban?” preguntó Peter.
“¿Quién nos lo va a robar? ¿Fidel? Venga Peter, el barco está más a salvo allí que con nosotros dentro”.
“Da igual, Peter, déjalo – le dijo y después miró a Shawn – Iré directo al grano. No hemos venido aquí para ver a Fidel. Hemos venido porque necesitamos tu ayuda”.
“Me sorprende vuestra petición. Han pasado muchos años y sin embargo nunca habéis acudido a mí”.
“A nosotros también nos sorprende. De hecho, no estaríamos aquí sino no hubiera otro remedio” dijo Arturo.
“¿Por qué? Quiero saber qué ha pasado para que las circunstancias os hayan obligado a venir hasta aquí antes de daros una respuesta”.
“Muy buena – dijo Reik – Primero les harás contártelo y luego les dirás que no”.
“Tiene razón, puede hacer eso. No se lo cuentes – dijo Gabriel – Recordar eso puede ser demasiado para ti”.
“¿No tenías una bola de cristal por la que veías todo? – dijo Jonyo – Que nos han hablado de ella”.
“Mireia la destruyó cuando las cosas empezaron a torcerse. De modo que ni siquiera sé lo que le pasó a ella”.
“¿La destruyó? ¿Desde allí?”
“Sí. La bola se destruye automáticamente cuando alguna de las personas que aparecen en ella no quiere ser observada. La cree con ese mecanismo para respetar los derechos de privacidad. Ahora os toca a vosotros, ¿qué ha pasado?”
Todos miraron a Arturo. Su palabra era la que decidía, por lo que lo ocurrido tenía mucho que ver con él. Miró al suelo un instante, cerró los ojos, tomó aire y miró a Shawn fijamente a los ojos.
“Está bien. Te lo contaremos”.
“¿Estás seguro?” le dijo Peter.
“Tampoco tenemos otra opción”.
En cuanto terminó esa frase, como si todos hubieran estado esperando impacientes ese momento, todos se pudieron a hablar a la vez contando su propia experiencia, pero sin respetar a los demás ni tener en cuenta qué estaban diciendo, por lo que se creó una nube de sonido que obligó a Shawn a taparse los oídos.
“¡¡Callaros!! ¡Si habláis todos a la vez no me entero de nada! Hacedlo de uno en uno”.
“Empezaré yo, soy el mayor damnificado” dijo Arturo.
“Mi parte de la historia es la más romántica” dijo Gabriel.
“Pero la mía es la más interesante” dijo Jonyo.
“Lo que de verdad importa es ser quien mejor la cuente, y  ahí gano yo” dijo Reik.
Después de convencer a sí mismos de cada uno era el más indicado para contar lo sucedido, volvieron a hablar todos a la vez sin que nadie pudiera entender lo que decían del ruido que generaban. La única frase que todos parecían tener en común era y allí estaba yo.
“¡¡¡Se acabó!!! ¡¡¡Callaros todos!!! ¡¡¡Yo lo contaré!!!” gritó Peter por encima de todos – Al fin y al cabo – dijo cuando se callaron – Como político que soy, mi oratoria es excelente”.
“Pero tú no seguiste toda la historia en primera persona – dijo Jonyo – Te faltan datos”.
“Ni sentiste lo mismo que los demás en cada momento” dijo Arturo.
“Ni voy a dejar que nadie vuelva a contar mi pasado si no soy yo” dijo Gabriel.
“Vale, pues lo contaremos por turnos, pero como no os ponéis de acuerdo, empezaré yo, ¿alguna objeción?”
“Ninguna” contestaron Fidel y Shawn, que eran los únicos que no sabían lo ocurrido.
“¡Luego voy yo!” contestaron todos a la vez.
“Eso ya lo vais decidiendo mientras hablo, ¡pero en silencio! Shawn y Fidel deben enterarse bien de lo que ha ocurrido, y más aún si Mireia tampoco les ha contado nada”.
Finalmente, hubo un acuerdo y todos quedaron en silencio. Fidel y Shawn inclinaron el cuerpo hacia delante, prestando mucha atención por aquellos sucesos tan importantes o aterradores que los que los habían vivido se peleaban por contar.
“Ejem… – tosió para aliviarse la garganta – Comencemos... Todo comenzó cuando…” 


PD: Hostia! ¿Qué habrá pasado? xD A partir del próximo capítulo el narrador cambia a primera persona.

2 comentarios:

Jon dijo...

Bien un capítulo tranquilito sin sobresaltos muy apropiado para empezar, ya tenia ganas de empezar otra vez a leer los caballeros,por cierto si no te he pedido el cuadernillo es porque ya la habia ido leyendo por aqui y si quiero volver a leerla me meto aqui y ya esta, aun asi espero que sigas escribiendo que por lo menos cuentas conmigo como lector en internet, a si que gracias por seguir escribiendo los caballeros.

“Dejad de macharos unos a otros y de presumir sobre quien está peor (machacaros)
“A nosotros también nos sorprende. De hecho, no estaríamos aquí sino no hubiera otro remedio”(sino hubiera otro remedio)
todos se pudieron a hablar a la vez contando su propia experiencia,(se pusieron)
Después de convencer a sí mismos de cada uno era el más indicado para contar lo sucedido (convencerse a sí mismos de que cada uno)

P.D: ¿Cada cuanto vas a ir sacando los capítulos?
Un saludo a todos

Anónimo dijo...

Un capi tranquilito si señor, de vez en cuando sienta bien, jejejeje. Lo siento por no haber podido comentar los ultimos capitulos pero es que no me sobra mucho tiempo la verdad. Un saludete